Madre, aún no te vayas de mi lado,

Permanece aquí acostada,

Pues todavía no te he entregado

Todo mi amor, toda mi vida.

No te vayas presurosa

Corriendo hacia tu tumba

Quédate un rato más, no hay prisa,

Disfruta conmigo de la brisa.

Toca mi cabeza y bésala como antaño

Como cuándo era niño

Y a nadie había hecho daño.

Quiero todavía agarrarme de tu falda

Y llorar a lágrima tendida

Tu inminente e inevitable partida.

No me abandones

No me dejes solo en este infierno

Sin ti ya no habrá más canciones

Sin ti me hundiré en el averno.

¿Por qué no haces un pacto

Con el mismo diablo en persona?

Yo ofreceré mi alma vagabunda

Con tal de que te quedes un rato

No mueras, respira

Has que lata tu corazón.

Sin ti toda mi vida

Pierde su razón.

Abrázame fuerte, por favor,

Te lo pido sin temor,

Rompe mis costillas con fervor

Aplaca una vez más mi dolor.

Quédate conmigo por favor,

Que este pequeño huérfano

Nunca podrá vivir sin tu amor.

Llévame a tu tumba

Entiérrame contigo,

Ya no importa que mi cuerpo sucumba

Si te vas y me dejas solo

Con este profundo y oscuro martirio.

Autor: Sebastián Chiguano.


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